Arte y Desarrollo Espiritual

(conferencia de Vladimir Antonov)

¿Qué es la espiritualidad?

Algunas personas creen que la espiritualidad es… ir al cine, al teatro o a los conciertos de la música clásica sinfónica que fue creada, a propósito, en la época de la Inquisición…

Pero en la realidad esta palabra se originó de la frase de Jesús el Cristo: «Dios es Espíritu…» (Juan 4:24). Y refiere a esos procesos y fenómenos que espiritualizan a las personas, es decir, contribuyen al acercamiento de ellas, por las cualidades de las conciencias, almas, a la Divinidad. Y personas espirituales, según esto, son aquellos que han logrado un éxito considerable en este camino.

El arte puede y debe jugar un papel importante en el proceso de la evolución positiva de las conciencias. Pero en realidad ¿siempre sucede de esta manera?

Por ejemplo, las películas donde «saborean» violencia y asesinatos, donde todo esto se presenta como un modo natural de vida, y las almas jóvenes lo estampan como una norma de conducta… La actividad de los creadores y distribuidores de este anti-arte debe ser considerada como un delito, un delito ante la humanidad y ante Dios.

Para las personas razonables todo está muy claro con el ejemplo anteriormente mencionado. Pero existen casos que no son tan claros. Y la pregunta surge: ¿hay criterios objetivos para evaluar?

¡Por ejemplo, los dementes a menudo intentan expresarse por medio del arte! ¡Y ellos pueden transmitir muy fuertemente a los demás sus estados enfermos! Existen muchos casos así. Permítanme dar simplemente un ejemplo, no tan grotesco, pero muy ilustrativo al respeto.

Una vez un pintor me mostró los trabajos de su, como él decía, maestro. Éstos eran las muestras de los dibujos para los empapelados. Las miré y le pregunté al pintor: ¿estaba tu maestro enfermo de la esquizofrenia y se suicidó? ¡El artista se quedo pasmado y me dijo que había pasado exactamente así!

¡Y realmente estos dibujos eran horribles! Su ornamento influía sobre la mentalidad de una manera terrible causando un «embrollo» tosco de la conciencia. Espero que estas muestras nunca se hayan usado para la producción de los empapelados. Pero si ellas hubieran sido usadas y hubieran aparecido en las paredes del cuarto, la mentalidad de un numero considerable de las personas, que no saben mucho de estos fenómenos, habría sido dañada.

¡También sucede con frecuencia que en las obras de arte se expresan los estados depresivos o agresivos de sus autores! ¿Adónde llevan estas obras a los que las miran y las escuchan?

Existen también ejemplos más simples, no de la psicopatología. ¡Traten de recordar qué batallas había en el último siglo con respecto al abstraccionismo! ¿Es bueno o malo? ¡Qué batallas había con respecto al rock and roll y la danza popular o con respecto al charlestón aún más antes! ¿Fue bueno o malo?

Siempre hay las personas que apoyan algo nuevo. Y también siempre hay otros que niegan a todo lo nuevo. Los primeros y los últimos presentan sus argumentos. Pero ¿dónde está la verdad? ¿Cómo diferenciar los factores objetivos de los subjetivos que influyen sobre la evaluación de una obra de arte o de una innovación? ¿Cómo discernirlos?

Había una persona que, por primera vez, comenzó a hablar sobre la existencia de las leyes objetivas del arte. Esta persona fue George Ivanovich Gurdjieff, un hombre extraordinario, que dejo sus grandes huellas en la historia.

Él trabajó en Rusia al principio del vigésimo siglo. Nació en el Cáucaso en una familia greco-armenia. Cuando se hizo mayor de edad, daba lecciones en Moscú y San Petersburgo. La Guerra Civil desplazó su escuela de Rusia. Sus discípulos se fueron a diferentes países: algunos a Francia, otros a Inglaterra, otros a los Estados Unidos. Y allí ellos crearon los filiales de la escuela. Las obras literarias de Gurdjieff y de sus discípulos fueron publicados en todos los idiomas europeos principales.

Desde la niñez temprana Gurdjieff se formaba como una persona extraordinaria. Muy temprano se propuso el objetivo de aprender todo lo que las personas pueden hacer. E iba perseverantemente a esta meta por muchos años. Él aprendió a bucear, a negociar, a batallar, a zurcir las alfombras y a reparar todos los tipos de aparatos que existían en aquel tiempo. Por ejemplo, cuando él necesitaba una cantidad grande de dinero para organizar una expedición, él iba a cualquier ciudad, alquilaba dos cuartos y ponía un anuncio: «Reparamos todos los aparatos domésticos». Durante el día él recibía a los clientes con sus aparatos dañados y en la noche los reparaba: desde los gramófonos hasta bicicletas y paraguas. Además, lograba recoger en el mismo tiempo las partes necesarias para la reparación en los basureros de la ciudad. Así en 1-2 semanas él recogía dinero necesario para la expedición, contrataba a los ayudantes e iba a buscar el conocimiento espiritual. Él visitó muchas escuelas espirituales, monasterios de Sufí y también de los cristianos. Habiendo recogido el conocimiento, que le permitió desarrollar una concepción íntegra del mundo, Gurdjieff comenzó a crear su escuela.

Uno no debe idealizar a Gurdjieff. Él hizo muchas cosas que no son dignas de imitarlas. Muchos postulados de su enseñanza ahora tienen sólo un valor histórico, no más. Pues, el conocimiento más perfecto los reemplazó. Sin embargo, ciertos puntos clave de su enseñanza siguen siendo actuales hasta hoy. Y nosotros, agradeciendo al Gurdjieff, usamos este conocimiento.

En particular, Gurgjieff presentó un postulado de que existían las leyes objetivas del arte. Pero la verdad es que el no las formuló. En todo caso, nosotros no hemos encontrado una enumeración de éstas en los libros de su escuela que hemos leído. Aunque había algunas insinuaciones. No obstante, Gurgjieff contribuyó mucho incluso solamente con el declarar que tales leyes existían. El desarrollo subsiguiente de este pensamiento de Gurgjieff permitió formular estas leyes. Ahora vamos a discutirlas en detalle.

El principio más importante (o ley, como Gurgjieff decía) es la necesidad de seguir el camino del refinamiento de la conciencia. El aprovechamiento de este principio nos permite llegar a ser competentes no solamente dentro de los límites del mundo material, sino también dentro de los límites del universo multidimensional entero. Nos permite llegar a la Conciencia del eon primordial y unirse con Ella.

Para este propósito al principio del aprendizaje debemos llevar a cabo el proceso del refinamiento en el plano físico abandonando la grosería en la que vive la mayoría de las personas.

La manera más fácil de hacerlo es por medio de la sintonización emocional con los fenómenos más sutiles que encontramos en la naturaleza. Por ejemplo, podemos hacerlo cuando el sol sale y sus primeros rayos, penetrando la neblina, caen sobre el agua, sobre la hierba, sobre las flores, sobre las hojas; cuando los primeros pájaros empiezan a cantar, cuando los peces empiezan a salpicar en la caña y sobre esta caña, iluminada con la luz tierna matutina del sol, la neblina flota suavemente y baila. ¡Qué sutiles estados nos regala la naturaleza en estos momentos!

Aunque de una vez debo mencionar que es imposible consolidar firmemente en uno mismo estos estados sin estudiar y aplicar los principios éticos sugeridos por Dios y también sin dominar el arte de autorregulación psíquica que incluye la habilidad de controlar sus chakras (véase más detalles en el libro «Ecopsicología»).

Con relación a esto, uno de los conceptos sugeridos por Gurgjieff tiene para nosotros mucha importancia. Es el concepto de «la escala de hidrógenos». ¡Es uno de los conceptos más interesantes en la historia de la búsqueda espiritual! ¿Qué son estos «hidrógenos»? Este es un término de la alquimia. En el momento cuando Gurgjieff trabajaba, había también las escuelas cuyo conocimiento no estaba designado para todos. Y los adeptos de estas escuelas lo cifraron. Ahora los matemáticos usan un lenguaje especial de código. Y en aquel momento había un lenguaje de alquimia donde el cifrado se realizaba con el uso de los elementos químicos actuales.

Probablemente todos nosotros, afectados por la propaganda ateísta ignorante, nos reímos de los alquimistas que aspiraron a transformar el plomo en el oro para hacerse rico. Pero en realidad en alquimia el «plomo» no es el metal correspondiente, sino el estado inicial del hombre que no ha empezado la práctica espiritual todavía. Y el «oro» es el estado final perfecto del hombre que ha tenido éxito en el Camino espiritual. «El Elixir Dorado», a propósito, es la Luz Dorada del Espíritu Santo Que nosotros contemplamos en la meditación latihan y con La Que podemos llenar nuestros cuerpos.

Y todas aquellas reacciones extrañas que fueron descritas por las alquimistas eran los símbolos de las etapas diferentes de las transformaciones espirituales del hombre.

Otros ejemplos de símbolos de alquimia: «los carbonos» son componentes activos de reacción, «los oxígenos», los componentes pasivos, los «nitrógenos» son el tercer factor, como por ejemplo, el catalizador, que se necesita para ejecutar la reacción. Y «los hidrógenos» son aquellos elementos o estados que están fuera de la reacción. De aquí originó el término «la escala de hidrógenos».

Así que, ¿en qué consiste el concepto de «la escala de hidrógenos»? Consiste en que todas las substancias, los fenómenos y los estados en el universo pueden ser colocados en una fila según su nivel de grosería-sutileza. En esta escala hay lugares para los minerales, los planetas, las estrellas, los tipos diferentes de comida —desde los cadáveres de animales cuales las personas comen tanto— hasta, por ejemplo, fresas silváticas. En esta escala hay lugares para los estados de chakras, para nuestros estados emocionales, etc. Hay lugares para todo. «Los hidrógenos» tienen su denominación numérica que permite, en particular, encontrar unos estados de patrón. Usando éstos, podemos evaluar nuestro avance a lo largo de la escala de grosería-sutileza, es decir, a lo largo de «la escala de hidrógenos».

Por ejemplo, el sol matutino y su luz son H-6; es uno de los fenómenos más sutiles de la naturaleza.

O las emociones que ocurren con el florecimiento armonioso de la función reproductiva: la ternura sexualmente coloreada, la actitud hacia los niños, las manifestaciones que vemos en los juegos de los animales jóvenes y los estados energéticos peculiares para los brotes que se abren en la primavera: todo estos son H-12.

Hay un estado muy interesante dentro de nuestros organismos es el plano energético del meridiano chitrini (su otro nombre es Brahmanadi, el meridiano del Espíritu Santo). Es ya H-3, uno de los estados principales del Espíritu Santo.

Y desde H-3 hasta H-1 falta muy poco para llegar. Y H-1 es el plano de la Conciencia Primordial, del Creador.

¡Es completamente imposible desde los estados originales groseros, propios para las personas ordinarias, pasar de inmediato al estado más sutil, «zambullirse» en las profundidades del mundo multidimensional, conocer el plano primordial del Universo y al Creador! ¡Es completamente imposible! Sólo es posible avanzar gradualmente a lo largo de «la escala de hidrógenos».

Primero uno debe transitar esa parte del camino del refinamiento que existe dentro del mundo material y sólo después «bucear» en otras dimensiones espaciales.

En algunas escuelas ocultas los estudiantes intentan separarse de su cuerpo material. Los estudiantes que no han empezado a practicar la nutrición ética y enérgicamente pura y que mantienen su grosería original (y a veces hasta la cultivan para dominar sobre las conciencias de otras personas y controlarlas, que es el rasgo de las escuelas de magia negra). Si tales estudiantes logran separarse de su cuerpo material, ¿dónde caen? Caen en el plano astral grosero, en el infierno. Encuentran allí las manifestaciones particulares para estos planos: la maldad, el temor, la mentira. Ellos se complican, se asustan… Es más, establecen, por decirlo así, «las relaciones amistosas», a veces muy molestas, con los representantes de aquel plano. Muchos, como resultado, se vuelven locos…

Por consiguiente, el principio más importante del crecimiento espiritual y, respectivamente, del arte espiritual, que contribuye al desarrollo, es el principio de seguir el camino del refinamiento de la conciencia.

En el arte uno puede expresarse como un creador y como un espectador u oyente. Ambos variantes pueden dar la posibilidad favorable para el desarrollo.

Prestamos atención al hecho de que cualquier obra del arte puede ser evaluada según la escala de grosería-sutileza. Y cada obra de la calidad muy alta debe servir para la sintonización sutil o, por lo menos, indicar el camino más allá de tamas (es decir, de la grosería inicial, estupidez e ignorancia) a través del rajas (la etapa de la búsqueda activa de la salida a la luz de Verdad, cuando uno se transforma de una persona que sufre sordamente en el que lucha) hacia el sattva (la pureza, armonía y sutileza) y aún más allá.

Respecto a lo antedicho, quiero destacar que es imposible evitar la etapa del sattva en el Camino a la Perfección. ¡Uno no puede llegar a ser perfecto en seguida saltando desde el tamas o rajas! ¡No se puede «saltar» la etapa del sattva! ¡El camino del refinamiento, del desarrollo de la armonía interna y de la habilidad de amar es obligatorio para todos! ¡Nadie debe pensar que «esto no es para mí, que ellos lo hagan, y yo llegaré a la Perfección por otro camino»! ¡No! La ley de la evolución del hombre formulada, en particular, por Krishna en el Bhagavad-Gita consiste precisamente en seguir gradualmente por las etapas-gunas anteriormente expresadas para pasar más tarde a las etapas aún más altas del trabajo en sí mismo.

Con la ayuda del arte se puede formar en uno la energía (el vigor) que corresponde a la formación de la persona en la etapa de rajas. Por ejemplo, ¿quién se ha sublevado contra el rock o los bailes dinámicos sin grosería de juventud? ¡Se han sublevado las personas de tamas, que están muy lejos de la energía pura, también los profanadores rabiosos de todo y las personas-ronceros con falta de la energía. Pero si ellos hubieran aprendido en su juventud a bailar rock and roll o los bailes similares, entonces vivirían tal vez más activamente ahora.

La energía (el vigor) sin grosería es muy necesaria para uno en el Camino espiritual porque desarrolla el poder personal, permite acumular la reserva de esta energía que puede usarse para varias necesidades, por ejemplo, para el trabajo meditativo.

Así que, con la ayuda de la música dinámica adecuada y el baile dinámico uno puede desarrollar en sí mismo las cualidades que faltan.

Con la ayuda de otros tipos de música y baile uno puede dominar los estados más altos: la tranquilidad y el silencio interno (hesychia*).

La pintura, la poesía, los tipos del arte oriental como el ikebana, «los paisajes filosóficos», etc., pueden también ser útiles para dominar estos estados.

¡Sí, hay que dominar la tranquilidad así como la energía (vigor)! ¡Esto es esencial en el Camino espiritual! Es decir, hay que llegar a ser una persona universal: poder relajarse y ser activo a lo máximo al ser necesario.

A través de las obras de arte se puede ejecutar sobre los espectadores u oyentes la influencia directa energética, a veces oculta para ellos.

Existen varias posibilidades de este tipo. Una posibilidad es los iconos. Quizás muchas personas sepan de su propia experiencia que a través de algunos iconos podemos recibir los flujos de la energía sutil. Y los iconos diferentes transmiten diferentes flujos, diferentes por su intensidad y también por su nivel de grosería-sutileza. A propósito, nos encontramos con los iconos de algunos pseudo-santos que irradiaban los flujos de la energía muy grosera, diabólica.

También las cualidades de este tipo tienen las imágenes que no son iconos. Sin embargo, para tenerlas estas imágenes deben ser creadas necesariamente por un pintor fuerte, tal como, por ejemplo, Nicolás Roerich.

Todas las pinturas podemos evaluar según «la escala de hidrógenos» y asignar los valores numéricos correspondientes. A propósito, las pinturas de Roerich son de rajas. En una cierta etapa del desarrollo ellas pueden ejecutar una influencia positiva muy fuerte, pero más tarde ya no tienen el mismo efecto.

Existe la influencia que, a través del arte, puede ser dirigida aún más precisamente. Ésta no influye en la energética del hombre en general, sino en sus estructuras bioenergéticas particulares. A través de la música, canto o baile se puede producir los estados de resonancia en uno u otro chakra de los oyentes o espectadores o en uno u otro meridiano. De esta manera uno, en particular, puede desarrollar las estructuras correspondientes permitiendo que las vibraciones que vienen del artista entren en estas estructuras.

Por ejemplo, escuchamos a un vocalista que se concentra en el anahata durante de la ejecución, entonces nuestros anahatas se sintonizan pasivamente con su anahata y esto produce un estado emocional correspondiente.

Este fenómeno se llama svara (es una palabra sánscrita). A propósito, existe un libro de Menon R. «Los Sonidos de la Música India: El Camino hacia Raga». En este libro svara se describe como un fenómeno místico cuyo mecanismo no se ha entendido todavía. De hecho, el mecanismo de svara consiste en el trabajo del ejecutor con sus estructuras bioenergéticas. Él simplemente pasa con la concentración de la conciencia a uno u otro chakra u otra estructura bioenergética; y si él lo hace suficientemente fuerte, entonces los oyentes entran en los estados de resonancia.

Lo mismo sucede en el baile cuando miramos a un bailarín que ha dominado el svara.

Es interesante que a través de los sonidos producidos por los instrumentos musicales se pueda producir los estados de resonancia en los chakras y meridianos de los oyentes. Un ejemplo es el tango de Oscar Stroke, «el rey del tango». Él descubrió empíricamente esta ley y creó sus composiciones musicales de tal manera que todas las notas de sus tangos afecten al vishudha, activándolo. Debido a esto los vishudhas de los oyentes se «sobrellenen», surgen los estados emocionales agudos de éxtasis y de exaltación.

Ahora hay grupos de canto que no usan, por ejemplo, ninguna sola nota que cause resonancia en los chakras de cabeza. Y para los oyentes es la relajación, la frescura, sobre todo, para las personas del trabajo intelectual.

Los buscadores espirituales, que se han establecido en el estado de sattva y que se han liberando para siempre aun de la posibilidad de entrar en los estados emocionales groseros, pueden probar usar el método de laya.

Existe una dirección del yoga llamada laya yoga. «Laya» significa desaparición, disolución de uno mismo en la Armonía del Absoluto. Esto implica la desconexión de la mente, que reside en el chakra de la cabeza ajna, para que el organismo empiece a actuar no bajo las órdenes de la mente, sino bajo el control de Dios. Como ejemplo puede servir el baile espontáneo realizado en el estado de la meditación latihan. Este tipo de baile es una ejemplo típico de entrenamiento en el laya yoga.

Pero hay otros métodos. Por ejemplo, uno puede «entregar a la laya» su mano en la que tiene una varilla de biolocación, y con la ayuda de ésta revelar lo que no puede verse con los ojos físicos ni oírse con los oídos. Puede recibir las respuestas sobre los yacimientos minerales o sobre las líneas de las comunicaciones subterráneas, puede realizar el diagnóstico médico y hacer mucho más. Biolocación (o radiestesia, rabdomancia) es también laya yoga, su caso particular.

De la misma manera uno puede aprender a dibujar, cuando la mano como «por si misma» dirige a un lápiz o a un pincel. De la misma forma uno puede aprender a escribir los textos. En todos estos casos la mano está controlada por algún espíritu. Y si el hombre lo merece, éste puede ser el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo.

Ya he mencionado el baile. Para aprender a rendir su cuerpo a la laya existen los métodos especiales auxiliares. Por ejemplo, si los brazos están levantados, es más fácil moverse para el cuerpo y para la columna vertebral, torcerse. ¡Entonces es muy fácil bailar! Al contrario, si los brazos están caídos, en este estado es difícil empezar a bailar.

Es lo mismo con cualquier dirección del arte, donde queremos aplicar el principio de laya: hay que saber algunos métodos básicos y ser, hasta cierto punto, un experto en esta área. Por ejemplo, para pintar hay que saber mezclar las pinturas y aplicarlas sobre el lienzo o papel. Por supuesto, hay que saber los principios de la elasticidad del cuerpo para bailar. Y claro está que hay que poder sostener un bolígrafo para escribir.

Con respecto a la laya, tengo que advertir a los lectores de la actitud no crítica hacia lo que hacemos en este estado. La pérdida de la actitud crítica puede convertirnos fácilmente en un hazmerreír. Esto pasa cuando uno viola los principios éticos. Pues, la ética es el fundamento de la Armonía. Pero si todo está bien con la ética, la Armonía con todo y todos, incluso con Dios, puede volverse ideal.

Con la ayuda del arte también podemos estimular el proceso intelectual. Pensemos ¿cómo hacerlo?


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